lunes, 2 de junio de 2008

189. Y Siguió

Después de ese mundo ficticio donde nos introducimos, los días que continuaron, mi vínculo con Lucas se iba deteriorando a cada paso que dábamos. Era como si cada cosa que él tuviera que decirme a mí me cayera mal.

No sabía cómo pero era algo que había logrado. Me pregunté si quizá había cruzado la línea. Si era algo de lo que visiblemente ya no había ninguna forma de arreglarse. Pero como Sebastián me había encargado la incómoda tarea de tener que avisarle cuándo sería nuestra próxima sesión de Rol, agarré mi celular y di el gran paso, justo en ese día en donde ya ni nos hablábamos.

- ¿Estás ofendido conmigo o victimizado de alguna forma? - pregunté.

- Y sí - respondió, haciéndose el herido. - Si me trataste muy mal todo este tiempo. No sé qué es lo que te anda pasando.

Para ser sincero, y eso es algo que nunca se lo comenté, desde el momento en que quedó en mi habitación cuando toda mi familia me esperaba fuera y que él no haya querido salir, fue como una raya importante en mi estandar de tolerancia que Lucas cruzó pensando que no me importaría.

- De acuerdo, no hablaremos de esto - dije, poniéndole fin a un debate al que no pensaba participar. - Te llamo para comunicarte que el sábado jugaremos, si es que tu enojo hacia mi persona se te va.

- Sí, ya se me fue - reconoció. - Yo sabía que tú me ibas a llamar cuando se te vaya la bronca conmigo.

Ni siquiera le interesaba saber cuál era mi bronca. Bien, Lucas, un punto a tu favor. Cada vez estábamos más lejos de la Amistad Modelo de cada uno.

Sin embargo, las cosas siguieron su ritmo y volvieron lentamente a la normalidad. Hasta que el lunes, todo cambió.

El lunes, reapareció Juan. Y Lucas se vio demasiado perjudicado con su presencia.

0 Culpables: