sábado, 24 de noviembre de 2007

7. Es tu Oportunidad

Julieta era una persona totalmente cínica. No creía en el amor. No creía en la ternura y había afrontado que no podía confiar en los hombres nunca más. Tratando de superar a un amor que viene y se va, creía que todo en su mundo era de color gris, hasta que apareció en su vida una leve luz. Ernesto. Él era todo lo contrario al prototipo masculino de hombres que habían destrozado su corazón durante su vida.

Ernesto era dulce, tierno, lindo y muy agradable. O por lo menos, eso me decía ella, porque yo todavía no lo conozco.

- Es una relación que ya tiene fecha de caducidad - comentó. - Al finalizar el año, él va a viajar a otra ciudad y yo, bueno, me quedaré sin él. Así que por eso decidí no ser su novia oficialmente.

- ¿Tienes miedo de que te lastime? - pregunté. - ¿Lo estás queriendo?

- Aún no lo quiero - respondió. - Y espero no hacerlo, porque no quiero sufrir cuando se tenga que marchar de mi lado. Él es completamente dulce, y si en el futuro yo tampoco llego a sentir ese amor, posiblemente pueda llegar a jugar con sus sentimientos, cosa que no deseo hacer. El domingo pasado, me pidió para ser su novia. Y le dije que no era el momento.

- Entiendo lo que dices - contesté, pensativo. - Pero yo lo hubiera hecho. Yo me hubiera arriesgado. No por sacar un "clavo con otro clavo", sino por el simple hecho de que hace tiempo estás buscando a una persona que te quiera como te lo mereces. Y este chico, Ernesto, o como se llame, parece que te quiere de verdad.

- Pero el hecho de que seamos novios oficiales no cambiaría para nada nuestro ritmo de vida. - me dijo. - Aparte, tengamos presente que yo todavía estoy enamorada de mi ex. Entre él y yo, todo marcha bien así como está. El otro día caminábamos por la calle y hasta me daba la mano, frente a sus amigos. Pasé mucha vergüenza.

- Como máximo pensarán que son novios - dije, como si aquella conversación cada vez tuviera menos sentido. - No es la gran cosa. Debe estar feliz por haber encontrado una chica sexy y quiere presumirte delante de sus amigos. Es natural.

Después de hablar con ella me puse a pensar en nuestra amistad de hace algunos años. Julieta y yo estábamos atravesando casi la misma situación, nada más que ella desconocía la mía. Pero ella también se había enamorado de la persona más errónea posible. Afortunadamente alguien le dio una mano para salir del muro. Alguien que se interesa y se preocupaba por ella. Aún sí, creo que estaba dejando escapar una buena oportunidad para comenzar a ver la vida un poco más del color rosa.

Bien por ella.

0 Culpables: