martes, 6 de mayo de 2008

178. La Aparición de Lucas

Al día siguiente, Ana y yo estábamos por someternos a nuestra segunda Tarde de Serie, sin Lucas. La muchacha sabía que nuestro vínculo ya no era el mismo durante el transcurso de la semana, pero de todos modos, si bien también le parecía muy extraña la situación, no presentó demasiadas opiniones, cosa que agradecí, porque no me encontraba de humor como para tener una Tarde de Series pensando en cómo resolver mi vida con mi amigo.

Lo que no podía dejar de pensar es en su hipótesis de que todo estaba bien conmigo, y al día siguiente en el chat ni siquiera me dirigió la palabra. Y para una persona con trastornos con el tema del abandono, aquello provocó un quiebre demasiado importante en mí, pese a que a simple vista es solamente un detalle mínimo e infantil.

Pero a los diez minutos de la hora acordada para la reunión, Lucas me mandó un mensaje.

"¿Ya están reunidos?"

Algo confundido porque jamás pensé que daría señales de vida, decido responder.

"Sí, estamos en mi casa. ¿Vienes o no?"

Dos minutos después, su respuesta:

"No, pregunto de chistoso que soy, ¡hueco! Sí, voy en un rato. Empiecen con Lost."

Y ahí estaba otra demostración de afecto de parte de mi amigo Lucas. Es increíble como ese muchacho se empeñaba en alejarme cada vez más de él. Y me lo tomo personal, porque dudo mucho que Lucas le responda de esa manera a su alma gemela, Sebastián. Por lo que tengo todo el derecho del mundo de sentirme algo indignado.

De todos modos, la Tarde de Serie se vio interrumpida por un llamado de la madre de Ana, quien le pidió a su hija que vaya a su casa a ver a sus abuelos que habían llegado de visita desde otra ciudad. Así que nuevamente me vi en la obligación de mandarle un mensaje a mi amigo avisándole el cambio de planes.

"Suspendemos la Tarde de Series. Esta noche hay TEG. Si quieres ir, avisa."

Pero justo cuando estábamos marchándonos de mi casa, Lucas aparece caminando. Ya había llegado y finalmente, luego de una semana (sin contar lo dormido que me encontraba el jueves) volvía a verlo.

- Hola, chicos - saludó, sacándose los auriculares de su Z6. - ¿Qué es lo que sucede?

Ana comenzó a relatarle la historia, en el camino, sobre por qué nuestra reunión fue suspendida. Por mi parte, no me nacía hablar con Lucas, y por lo pronto, él ni siquiera lo notaba.

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