sábado, 10 de mayo de 2008

183. Días de Mayo

El mes de mayo fue algo rarísimo, porque contrariamente a lo que caer en la rutina significa, había algo que día tras día lo hacía diferente... y emocionante. Aquí va un pequeño recuento de las cosas sobresalientes que sucedieron día tras día:

Jueves, 1 de Mayo de 2008:

Lucas viene a hablarme con la pura y exclusiva razón de decirme que soy un dramático exagerado y que en nuestra amistad nada cambió.

Viernes, 2 de Mayo de 2008:

El grupo de Interpretación al que pertenecíamos Juan y yo, habla conmigo para pedirme la elaboración de unos textos que ellos luego pudieran representar. Cabe destacar que con el grupo no hablo desde que Juan y yo rompimos, y que en aquella reunión él estaba ausente.

Sábado, 3 de Mayo de 2008:

Camila y Sebastián tienen una discusión en mi casa, haciéndome pasar un momento incómodo, que se recordará como una noche emocionante y digna de catástrofe como hace tiempo no se vivía.

Domingo, 4 de Mayo de 2008:

Logro ver el capítulo donde la Dra. Montgomery regresa al Hospital de Seattle.

Lunes, 5 de Mayo de 2008:

Adrenalina por un exámen que apenas me deja dormir. Al hacerlo, descubro que era más sencillo de lo que parecía, por lo cual busco la menor ayuda para unir conceptos y gracias a eso demorar más de dos horas terminándolo, cuando el resto de mis compañeros lo hicieron en veinte minutos.

Martes, 6 de Mayo de 2008:

Adrenalina por saber la nota de aquél examen en donde me esmeré tanto en hacer. Descubro que aprobé, pero jamás obtuve el resultado. No sé qué clase de profesor corrije un examen pero no pone nota. En fin.

Miércoles, 8 de Mayo de 2008:

Descubro que mi televisor puede darme los subtítulos de los canales de aire. Sé que parece una tontería, pero descubrirlo fue un hallazgo muy emocionante.

Jueves, 9 de Mayo de 2008:

Juan quiere volver a hablarme, pero pese a que esto no modifica en nada mi versión del mundo, sí lo hace el hecho de enterarme que estuvo hablando bien de mí. Es más, según la información que Ana pudo recolectar, fue él quien aconsejó mi nombre para los textos que quieren representar, dado que dice que tengo facilidad para escribir.

Así que tal vez he caido en una rutina, pero nadie puede discutirme que, sin querer, el mes se ha puesto verdaderamente emocionante. Afortunadamente, faltan más de 20 días para que termine.

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