sábado, 10 de mayo de 2008

185. Sin Graves Lesiones

Aterrorizado por la idea de tener que ir por primera vez a una estación de policía, aunque sea para presentar una exposición, decido llamar a mi abogado personal para que me indique cómo salir de aquella situación en la que, literalmente, el Sol nos metió. Nunca pensé que diría una oración como la que acabo de escribir.

- Te esperaré en la comisaría - me dijo el hombre, tranquilamente.

Se subió a su auto y yo me quedé a esperar a que mi padre venga a buscarme. Estaba realmente muy calmado, pero el shock empezó a dar paso al fuerte dolor de mi brazo que tenía por haber intentado hacer que mi moto no cayera.

Cuando llegó mi padre fuimos a la comisaría, y con cierto terror había descubierto que no teníamos los datos de la persona que me chocó y que jamás se presentó a declarar. Era muy posible que nunca se hiciera cargo de los gastos tampoco.

- Esas son cosas que tienes que saber de un primer momento - me dijo mi padre. - Cuando te chocan (que esperemos que no vuelva a suceder, claro), tienes que tomar los datos de la persona o por lo menos la patente y modelo del auto.

- Lo tendré en cuenta la próxima vez que sufra un accidente - comenté, en forma descortez.

Ciertamente, la idea de que todos se preocupen en criticar mi poca reacción ante un accidente me estaba poniendo de mal humor. Pensé en que se lo podría contar a Lucas, pero como es lógico, estaría de acuerdo con todo el mundo y nuevamente me criticaría, por lo cual no valía la pena decírselo. En mis apuntes personales anoté que necesitaba encontrar a alguien que no me juzgara por cada acción que tomo.

Así que ya perdido mi día de clases, fui directamente a la casa de Julieta, donde Jessica y Lucas se harían presente más tarde. Mi brazo me dolía demasiado pero mi pierna permitía que hiciera un par de pasos sin causarme ninguna desagradable sensación.

Sin mencionar el accidente de entrada, Julieta me comentó algo que me dejó preocupado. Algo que sucedió el martes antes de que Lucas fuera a verme.

- Estábamos en la casa de Guillermina y entonces tú lo llamas a Lucas cuando él te lo pidió - me contó, desglosando la historia. - Y una vez que terminó de hablar contigo dijo 'me tengo que ir a la casa de mi ex novia'... y todos se rieron. Yo no entendí, pero pedí explicaciones y sólo me dijeron 'después te lo contamos'.

Aquello tenía que tener una explicación lógica, claro. No creo que Lucas haya llegado a una idiotez de tanta magnitud.

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