30. Un Problema Menos

La tormenta avanzaba sobre la ciudad a medida que el la noche iba llegando. Me empezaba a preguntar si Cristian aparecería por mi casa o no. En el MSN todavía no tenía señales de Julieta, y también me desesperaba arreglar las cosas con ella. Sin contar conque hace dos noches atrás le había confesado al mejor amigo de mi ex novio que soy gay y que además, sentía atracción por Juan, sin confesarle sobre nuestro romance.

Aquello se estaba convirtiendo en una bola de nieve que ni siquiera dejaba que me concentre en las hojas que tenía frente a mí. Volví a concentrarme en el MSN y vi a Julieta conectada. También debería ser la primera vez en mucho tiempo que la chica no me habla cuando apenas inicia sesión. Aquello iba a costar un poco.

- ¡Julieta! - inicié la conversación. - ¡Pasaron más de 24 horas que estás enojada conmigo! Antes ni siquiera nos habíamos peleado nunca.

- Lo sé - respondió Julieta. - Pero quiero que trates de entederme a mí también.

- Es que yo te entiendo - mentí. - No quise faltar a tu confianza. Sólo pensé que era un comentario al azar que se le cuenta a alguien. No pensé que Lucio armaría semejante escándalo.

- Es que no me gusta que los demás se enteren de mi vida privada - contestó. - Mucho menos una persona que no tengo idea de quién es.

- Lo siento mucho, de verdad - dije. - No quería que esto pase. Nunca me lo imaginé. Lo siento.

- Igual, ya pasó - contestó. - Contigo no hay problema y a Lucio lo eliminé de mi lista de contactos. Aparte, malinterpretó todo, por chat es una cosa donde no se puede tomar todo tan a la tremenda. No le iba a contar mi vida si ni siquiera lo conozco. Así que ya está. Ya pasó todo. No quiero estar peleada contigo ni un minuto más.

Y así, la conversación trascendió a otros temas. Decidí esperar hasta la próxima vez para hablar sobre si todavía seguía en pie lo de mi visita a su ciudad la próxima semana. Habría tiempo para eso. Por el momento, estaba más que feliz de haber recuperado a mi amiga.