viernes, 28 de diciembre de 2007

61. Te Extraño

Dos días después de Navidad, dos tormentas en dos días distintos. Y hablo literalmente, porque mientras afuera el mundo parecía caerse abajo y ya estaba pensando en comprar maderas para construir un Arca, por dentro, todo era tranquilidad.

Había sobrevivido a ver a Juan después de mucho tiempo de esquivarlo, de evitar los lugares donde él está y de alejarme de la gente con la que se relaciona. Pero, como siempre pasa en la vida real, ese encuentro no reavivó las llamas de su pasión, ni las ganas de volver por mí. De todos modos, sabía que si sentía algo de eso, de igual forma no daría señales de vida. Así era Juan, siempre reservado.

Tal vez por el estar solo durante estos dos días es que hacía que lo extrañe de una forma desmedida. Un par de lágrimas me acompañaban durante este trance de soledad. No sabía por qué.

Melancolía, que le dicen.

Hubo una noche de juego más y una invitación por tres días al Río. Una casa de verano de Jessica, una de mis compañeras de allí, que me integró al grupo de forma rápida. Tal vez acepte. Nuevos aires. Nuevas personas. Lejos de Juan.

0 Culpables: