lunes, 10 de diciembre de 2007

39. Los Precios de Lucio

La madrugada del lunes me había encontrado enojado. Fernando me había cancelado los planes de volver a encontrarnos, a sabiendas que difícilmente nos podamos volver a encontrar hasta el próximo año una vez que yo marchara a la ciudad donde Julieta estudiaba.

Lucio estaba conectado e iniciamos una charla por medio del MSN.

- ¿Qué haces a estas horas? - preguntó. - ¿Cómo estás?

- En estos momentos debería estar teniendo sexo pero estoy en el chat - respondí. - Así que imagina que no estoy con mucho humor.

- Si quieres yo te atiendo y me pagas con tarjeta de crédito - dijo, en broma.

- Lo siento, pero no tengo tarjeta - respondí. - ¿Me aceptas un cheque?

- Prefiero efectivo - me contestó. - Así, al menos, pagaré la nafta del auto.

- Espera, ¿cuánto cobras?

- Todo depende de lo que quiera el cliente.

- Ah, entonces hazme una lista de precios y dime qué corresponde a cada uno - sugerí, encantado por saber qué me respondería.

- $30 sale la tarifa que incluye caricias, penetración y compañía por dos horas. $45 incluye besos en la boca, caricias, penetración y compañía por tres horas. Y $100 incluye toda la noche, todo lo que el cliente quiera. Así que, ¿me pagarías para que te haga algo?

- Sí, creo que pagaría - respondí, pensando en que Lucio tenía mucho tiempo libre.

- Sería más fácil si lo pidieras - dijo. - Si pidieras en lugar de pagarme.

- ¡No le ando pidiendo a mis amigos que tengamos sexo! - afirmé.

- Eso es cierto - dijo. - Creo que si seguimos hablando así, vamos a terminar en la cama nosotros.

Me reí por ese comentario. Adoraba como Lucio se tomaba aquél tema de la homosexualidad. El habérselo confesado, me abrió mucho a poder conocer su parte cómica.

- Ya sé, pero es porque tú me deseas - dije, siguiendo la corriente.

- No te deseo, yo no soy gay - dijo, como si tenía que recalcarlo. - Aunque me gustan ciertos hombres, pero no los dejo penetrarme.

- No pienso que eres gay - dije, sin saber qué responder ante lo dicho. - En realidad, tampoco me puse a meditarlo. Eres tú el que analiza a las personas, no yo.

- Es que hace mucho no estoy con nadie - continuó. - Y además soy adicto al sexo. Por eso no haría falta que me pagaras para tener sexo. Porque si quieres, y perdonarás mi expresión, te penetraría gratis por las ganas que tengo.

Aunque era una charla totalmente incómoda, debo admitir que fue lo más sincero que una persona le pudo haber dicho a otra. Me puse a pensar en si fuera cierto. ¿Qué pasaría? Era el mejor amigo de mi ex y, además, era también mi amigo. ¿Podríamos sobrevivir a aquello?

- Tú te vas el martes - comentó. - Piensa en lo que hablamos y mañana por la noche me das tu respuesta. Si quieres, estaremos juntos.

Volví a maldecir mi suerte. Había una cosa más en la que debería pensar esa noche. Como si el día, de por si, no hubiera sido extraño.

3 Culpables:

Unknown dijo...

no te aburriras en tus días, son de lo más moviditos...

saludos

Kev dijo...

holas! lei algunos post tuyos no todos, los mas recientes, seguire leyendo desde antes asi agarro el hilo y veo quien y es quien, por lo pronto veo tentadora la oferta d tu amigo jajaja
te voy a agregar a los blogs q leo
saludoss

markitoxxx dijo...

estas solo, pronto te vas... dale para adelante!!! una linda cama y despues en todo caso te llevas un lindo recuerdo!!!
Eso si... cuidence, y disfruten de lo que hacen, el sexo es bueno y no tenes compromisos, solo es demostracion de algo que sienten, calentura, pasion, amor, hay diferentes versiones.

La vida es corta, mientras te cuides todo va a estar bien, disfrutence...!!!

abrazo