sábado, 8 de diciembre de 2007

33. Una Tarde con Fernando

Fernando era el joven que conocí en la fiesta de Maya, la ex novia de Juan, mi ex novio. Esa noche, nuestra conversación fue puramente superficial, aunque los dos demostrábamos tener química. Por chat, lo superficial no decayó en ningún momento, así que ya había perdido la esperanza de poder llegar a algo más, cuando de repente me dijo.

- Estoy solo en mi casa, ¿quieres venir?

Y media hora más tarde, de los cuales desperdicié 25 minutos en producirme, había llegado a la casa de Fernando. Se notaba que en la decoración, la familia no se había preocupado en hacer gastos. Demostraba un fino gusto y todo parecía tan ordenado, como si fuera un estudio de grabación.

Fernando sonrío al verme y nuevamente comenzamos a charlar. Desgraciadamente, el tiempo pasaba, y nuestras charlas eran tan superficiales que pensé que la invitación era solamente para eso... charlar.

El tiempo corría y no estábamos avanzando en mucho. La conversación era competitiva, así que hubo un par de veces en donde intentábamos superarnos, así que eso la hizo un poco interesante. Finalmente, el sueño me estaba venciendo y no sabía si era porque había dormido poco o lo aburrido que me encontraba.

- Escucha, me voy a dormir - le dije en un momento. - Tengo que salir esta noche y no he dormido casi nada.

- Yo creo que también haré lo mismo - declaró.

- ¿Por qué no me lo dijiste antes? - pregunté. - Si tenías sueño, me hubiera ido hace tiempo... o me hubiera acostado a dormir aquí.

- Bueno, vamos a dormir si quieres - propuso.

Sonreí. Finalmente, después de tres horas de charla innecesaria, se lanzó la pregunta que ninguno de los dos sabía si quería hacer.

Entramos a su cuarto, me saqué las zapatillas y me acosté en su cama. Él me vio, también sonrío, y se puso a caminar hacia mí. Se sentó en la cama, dándome la espalda.

- Hace calor, ¿te molesta si me saco mi remera?

- Hazlo - permití. - No hay problema.

Se sacó la remera y se acostó, bien cerca mío, mirándome. Lo próximo que hizo fue acercar nuestras caras y nos fundimos en un beso.

0 Culpables: