lunes, 10 de diciembre de 2007

38. Maya no se Detiene

Por la tarde del domingo, Patricio fue a visitarme. El muchacho estaba bien arreglado, por lo que se lo veía más lindo de lo normal.

Inició una charla sobre su vida, sus sueños y su futuro. Los mismos diálogos de siempre. Pero mi cabeza casi no lo escuchaba. Estaba muy nervioso por volver a la casa de Fernando. Quería saber si esta vez pasaríamos a segunda base y si mi orgullo quedaría opacado por la pasión del momento.

- Y mi hermano cambió de trabajo - comentó, en un momento que mi cerebro volvió a la tierra.

- Me lo comentó Lucio - le expliqué. - Pero no me interesa saber nada sobre su vida. Sólo mándale saludos de mi parte.

- Si te sirve de consuelo, anoche se quemó tres dedos.

- Sí, sirve - reconocí, meditando. - Gracias.

Patricio sonrío. Había olvidado por completo que Maya llegaría, así que cuando sonó el timbre, tuve el recuerdo de la chica insultando a Lucio. Me pregunté si también le hablaría así a Patricio por no haber ido.

- Escucha - dije, mientras me levantaba para ir a abrir la puerta. - Anoche Maya insultó a Lucio por no haber ido a su fiesta. Puede que haga lo mismo contigo, debido a que tú tampoco fuiste. Pero existe también la posibilidad de que ella no recuerde eso y no se enoje.

- Tú se lo dirás, ¿cierto?

- ¿Cómo puedes pensar una cosa así de mí? - dije, ofendido. Fui hacia la puerta y la abrí, del otro lado se encontraba Maya. - ¡Patricio está aquí y tampoco fue a tu fiesta!

Maya me sonrió y miró a Patricio. Su cara cambió por completo. Pude deducir el terror en los ojos de mi ex-cuñado, que irónicamente también es el ex-cuñado de Maya, al verla acercarse de forma enojada. Ella lo saludó cordialmente, pero con mal tono. Estaba molesta.

- Estaba esperando que fueras a mi fiesta - dijo ella, enojada.

- Esa noche estaba lloviendo a cántaros - se intentó defender Patricio.

- No importa, hasta tu hermano fue - comentó Maya, en referencia a Juan.

Patricio no supo que decir.

Por unos segundos nadie dijo nada. Aquella divertida situación se había vuelto incómoda. Esperaba que Patricio se riera o algo similar a lo que Lucio había hecho, pero la cara de él se volvió una piedra. Asintió con la cabeza y se levantó, dirigiéndose hacia la puerta.

- Nos vemos luego - dijo, alejándose de nosotros.

- Espera, espera - intenté detenerlo, sonriendo. - No te enojes. No te vayas así.

- Si a ti te gusta divertirte con estas cosas, te felicito. Pero a mí no me causa gracia.

Y salió de mi casa, totalmente enfadado. Me quedé sin saber qué responder. Patricio se había enojado y, otra vez, estaba en todo su derecho. Realmente no sé cómo pude haber comparado a Lucio con él. Olvidé que Patricio no aceptaba ser rechazado y que alguien le provoque una pelea, era algo que le molestaba. Sentí como si fuera un maldito que había planeado aquella situación.

Maya se rió por lo que sucedió, así que no me quedó otra opción más que adaptarme a no hacer un drama. En ese momento, un mensaje nuevo llegó a mi celular.

"No sé si pensabas venir, pero por las dudas, no lo hagas. Estoy con amigos".

Genial. Fernando me había sacado la invitación. ¿Algo más me podía salir mal?

Lo que ocurrió una vez que Maya se fue, no sé si podría catalogarlo como algo malo. Pero la conversación que tuve que Lucio por MSN, una vez entrada la noche del domingo y siendo la madrugada del lunes, cambiará el rumbo de las cosas para siempre.

0 Culpables: