sábado, 29 de diciembre de 2007

62. Cena Desconocida

No soy adicto a los eventos sociales. Las cenas, cumpleaños y demás cosas, no son de mi estilo. ¿Amargado? Sí, tal vez. Pero más allá de eso, simplemente no me llaman la atención, así que si se presenta alguna ocasión de alguna cena familiar o de alguna clase de evento de esa índole, trato de evitarlos.

Pero fue Jessica la que me dejó entre la espada y la pared, por lo cual no pude negarme y tuve que aceptar su propuesta de ir a la cena que organzaba su novio por su cumpleaños, debido a que era una completa desconocida para todo el montón. Y que hablar yo.

- No somos novios oficialmente -me dijo, una vez que estuviéramos sentados siendo observados por algunas personas que pasaban por allí, dándonos el placer de sentirnos incómodos. - Y no conozco absolutamente a nadie de sus amigos, de su familia o de sus ex novias. Por eso decidí traerte conmigo.

- ¿Pedro sabe que vienes conmigo? - pregunté, intrigado ante tantas miradas. - Porque no quiero causar un ambiente de incomodidad.

- No te preocupes, le dije que vendría con un compañero de juego - respondió, sin calmarme. - Es que nuestra relación es complicada. No quiere que seamos novios porque dentro de unos meses se mudará y no tiene sentido. ¿Por qué elijo a los hombres de esa forma?

Pensé que la misma pregunta se haría mi amiga Julieta, con respecto a su relación con Ernesto. Y me dejó algo en claro: por alguna extraña razón estaba condenado a lidiar con parejas que estén al borde de la ruptura o sean complicadas. ¿Dónde quedó el viejo final de "y vivieron felices por siempre"?

- Si quieres sentirte mejor contigo misma mira Sex and the City - respondí, siguiendo la conversación. - O lee Confesiones de una Chica Deliciosamente Cruel, y verás que no eres la única que tiene esta clase de problemas.

- Es que parece tan surrealista tratar de encontrar a la persona ideal - se quejó. - Pedro es divino, pero sé que no me quiere como dice hacerlo. Dentro de las cuatro paredes de su habitación es pura dulzura y amor, pero saliendo de allí, de repente, soy sólo una gran amiga.

Odiaba cuando se me presentaban estas clases de planteos. Generalmente diría "háblalo con él", pero sé que no sería una solución. No para Jessica. Así que la dejé continuar y fui su oído durante toda la noche. Ella no buscaba la conclusión al conflicto. Sólo buscaba quejarse. Y, por mi parte, estaba bien. Porque si quería una salida, vino a parar a mal puerto.

Yo no era capaz de encontrarle una solución a mi vida. Mucho menos sería capaz de encontrarle una solución a la vida de los demás.

1 Culpables:

Unknown dijo...

Todo tiene solución...
y acerca del "y vivieron felices por siempre", no existe. Cortan ahi para no contar la adiccion a los antidepresivos de las princesas, y los genios que gasta el alcoholico principe.
Que pases buenos días!
Saludos!!