martes, 8 de abril de 2008

133. Centro de Atención

"Suerte en tu regreso a clases. Que conozcas muchas personas y te hagas muy popular."

Fue el mensaje que Lucas me mandó antes de que yo partiera a la facultad. Apenas había podido dormir de la adrenalina que tenía por regresar a mantener mi mente ocupada, por lo que el mensaje me pareció terriblemente tierno de su parte. Todavía no había hablado con él sobre las cosas que me pasaban, por lo que tenía una conversación pendiente con la persona que más se acerca a ser mi amigo.

Llegué a la facultad y me encontré con unos compañeros de los cuales apenas me sabía el nombre. No había rastros de Leo ni de Ana, por lo que tampoco me preocupé en verlos, ya que no sabía qué horarios tenían ni qué materias iban a cursar. Pero para la hora que llegué, resultó que todos teníamos que hacer un trabajo grupal, en un aula donde había al menos 200 personas.

Dieron una charla de bienvenida, mientras mi cabeza lo único que hacía era prestarle atención a cualquier tipo de cosas, menos concentrarse en lo que estaban hablando. Entonces nos entregaron un par de fotocopias donde había un texto que teníamos que analizar.

- Disculpa - se me acercó una mujer, sonriendo. - ¿Quieres venir a leer el texto para todos? Ve hacia donde se encuentra el micrófono.

Me quedé con la boca abierta. Miré a los que estaban a mi alrededor y algunos se rieron sin ocultarlo, pero creo que en realidad se reían por los insultos que le di a la mujer en voz baja mientras me levantaba hacia el micrófono.

Respiré y caminé ante una sala apestada de personas que jamás había visto en mi vida. Otra mujer me esperaba con el micrófono y con la fotocopia sobre la lectura que quería realizar. Me sentí completamente paralizado. Tenía la opción de salir corriendo o enfrentarme al pánico que me rodeaba en estos días.

- Antes que nada - dije, a las 200 personas en aquella aula - sufro de pánico escénico, por lo que agradezco a Dios que ninguno de ustedes me conozca.

Y una vez que la risa se hizo general, pude comenzar con la lectura. No sé si Lucas me había mandado una maldición con su mensaje, pero definitivamente todos en aquél día sabrían que fui el chico... con pánico escénico.

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