139. Maratón de Series

El viernes, Julieta me había invitado a hacer un curso sobre Secretariado Jurídico, el cual eran dos veces por semana, una hora y media de duración. Viendo que los horarios en los que estaban estimados hacer el curso concordaban con los que tendría libre en la facultad, decidí aceptar. Está bien que era algo que no me interesaba, pero era otra excusa para conocer personas y, aparte, podría ser divertido.

El fin de semana, invité también a Lucas (sin intenciones de que realmente acepte) para que nos acompañara en nuestra nueva modalidad de aprender. Para sorpresa mía, el joven aceptó, pero como todo el fin de semana se quedó solo, debido a que su madre tuvo que viajar, debía esperar a que ella regresara para poder hablarle sobre el tema (y pedirle el dinero de la inscripción que era más importante todavía).

El sábado por la tarde nos reunimos en la casa de Ana e hicimos una maratón de series que cada uno quería ver y mostrárselas al resto.

Yo les mostré el primer capítulo de Epitafios (que lo conseguí gracias a la página http://www.seriecanal.com/). Es un capítulo que recomiendo no ver cuando se encuentren solos, en plena oscuridad de su habitación y un tanto suceptibles, porque puede que no los tranquilice demasiados.

Lucas nos mostró los dos primeros capítulos de Naruto (que los pudimos ver gracias a http://www.tu.tv/). Lucas es un fans de este animé, y por consiguiente, tuvo que volverme fanático a mí. Así es como en menos de dos meses conseguimos llegar a ver hasta el capítulo 140. La realidad es que Lucas también se lo quería mostrar a Ana, debido a que ella nunca supo de qué se trataba y quería estar enterada del tema. Después de ver el primer capítulo, prometió tener mucho cuidado ya que tenía miedo de que una estrella se le clavara en la espalda y antes de morir comenzar a contarle toda su vida a una persona mientras le escupía sangre en la cara. Si no encontraba una persona, iba a ser un escarabajo. (Para entender mejor la ironía de Ana, favor de ver el episodio 1 de Naruto).

Y finalmente, gracias a Ana, vimos el capítulo doble piloto de Lost. En realidad la serie no la tenía ella, era mía y era ella quien la quería ver (Ana no aportó nada a la maratón, visiblemente). Así que después de unas 4 horas de estar juntos y frente a una pantalla de computadora, decidimos separarnos.

Pero volviendo al tema de la inscripción al Secretariado Jurídico, pasé a buscar a Julieta por su casa para que podamos ir juntos. La mañana estaba helada, quizá la más fresca de este comienzo de otoño.

La muchacha me recibió con una sonrisa gigantezca en el rostro y por un segundo pensé que me iba a decir algo que realmente me iba a alegrar como un "Lucas le contó a todo el mundo que siente algo por ti y no se anima a decírtelo", pero contrariamente a mis deseos, la noticia tuvo un giro inesperado.

- Llamaron a mi casa a las cuatro de la mañana y hablaron con mi madre - dijo ella, hablándome en voz baja como para que nadie escuche. - Le dijeron que me cuiden a mí y a mi hermano pequeño, porque iban a matarnos como parte de una venganza.