martes, 8 de abril de 2008

134. Cupido Fracasado

Después de mi extraño primer día, decidí que era tiempo de enfrentarme a Tobías y decirle la verdad sobre Eleonora. Después de todo, ella me había pedido que interceda, por lo cual estaba en mi derecho de buscarle el final feliz a alguien más.

Tobías me miró sorprendido, porque para empezar, jamás soy de ir a visitarlo, por eso fue tan extraño encontrarme allí. Pero esa sorpresa quedó opacada cuando le conté y le dije, textuales palabras como había ensayado, la verdad sobre la muchacha enamorada de él.

- ¡No! - me dijo, sorprendido, una vez que terminé mi discurso. - ¿Con Eleonora? ¡Nunca!

Vaya, visiblemente ni siquiera se tomó un minuto para meditarlo. Supongo que debería de tener sus razones, debido a que después de todo, Eleonora era una muchacha muy atractiva.

- ¿Estás seguro? - pregunté.

- Totalmente - dijo. - Es la ex novia de mi amigo Iván y es la hermana de mi mejor amigo. La conozco a Eleonora desde hace años. Jamás en mi vida pensaría en introducirme en una historia con ella. Además, mi chica está en la ciudad.

- Ah, no sabía que habían regresado.

- No lo hicimos.

- Entonces estás con la esperanza de que algo vuelva a pasar - deduje, viendo que la visión era tan aceptable como patética.

- Así es - respondió. - Y sacando a mi ex del medio, en estos momentos ni siquiera me soporto a mí mismo. Mucho menos voy a soportar a alguien más. Si me meto en una historia, posiblemente dure una semana y luego no voy a querer saber más nada y Eleonora no se merece una cosa así.

Como Tobías se encontraba ocupado, la charla no pudo ir más que eso. Ahora yo era el encargado de dar las malas noticias a una chica que había puesto miedos e ilusiones en una conversación que visiblemente acababa de fracasar.

Por suerte, Eleonora se lo tomó mejor de lo esperado. Me contó que solamente soltó una lágrima pero que era mejor no perder su amistad, un acuerdo que yo pude confirmar para ambos.

Pero lo cierto que la negativa de Tobías casi me hace llorar a mí, y no hace falta mucha ciencia para descubrir por qué. La historia de Eleonora, después de todo, era exactamente igual a la mía, nada más que ella contaba con un ciento por ciento más de posibilidades de salir victoriosa. Lo cual me da a entender que si su historia fracasó, ni siquiera me puedo llegar a imaginar las catástrofes que traería la mía, si es que Lucas algún día la descubriera.

Realmente esperaba que ellos, al menos, hubieran tenido un final feliz, ya que es visible que en la película que yo estoy viviendo, no voy a tener uno.

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