miércoles, 23 de abril de 2008

160. Como Estaban Todos

Hagamos un Breve Repaso:

Lucas me había rechazado, después de darme señales de que sentía algo sólo para luego hacerme entender que toda esa historia estaba en mi imaginación. No sabía cómo iba a continuar nuestra amistad, si es que aún existía.

Ana no comentaba mucho acerca de sus emociones, pero cada vez notaba que la separación de sus padres la estaba afectando más. Además, se enteró que su padre ya había comenzado de nuevo.

Leo decidió enfocar sus problemas en el estudio y en el trabajo para no pensar en su madre, que tenía su problema con el cáncer. Aún así, ambas actividades le estaban generando conflictos ya que por más que quería, no podía concentrarse en ambas.

Candela me había vuelto a hablar, pero creo que solamente necesitaba que alguien le aumente el ego ya que estaba por volver a entrar en su pozo depresivo, que le trajo problemas alimenticios y creencias sobre que su vida no tenía el menor sentido.

Guillermina me detestaba por no haberla incluído en su grupo de TEG, pero lo cierto es que su odio también contenía la desilución porque nadie la había invitado al cumpleaños de Cristobal. Ella, que siempre quiso pertenecer, por lo menos, a algo, ya no se sentía parte de nada.

Jessica también ahora me odiaba porque la había rechazado, nuevamente al igual que todo el mundo, a su invitación de ir a tomar algo. Con su novio pasa poco tiempo, debido a que su trabajo lo hace viajar casi todos los días y esto tal vez la hace sentir muchas veces sola.

Eleonora fue rechazada por Tobías, después de amarlo en secreto durante tres años, sólo porque ella fue amante del amigo de Tobías, Iván, y además su enamorado es el mejor amigo del hermano de ella.

Tobías se encontraba en plena separación después de una relación donde puso todo. Ahora que su ex novia se encontraba en la ciudad, estaba intentando reconquistarla, porque después de todo, la seguía amando.

Maya tuvo que soportar la muerte de su abuelo el mismo día que se iba a realizar la operación de su mamá, la que se pospuso para la semana siguiente. Me comentó que salió bien, pero de todos modos su madre por momentos se sentía mal, sin contar que su hermana, de repente, se enfermó tanto de una gripe inesperada por lo que pasó toda una tarde en la Clínica esperando que alguien le inyecte algo.

Hugo me escribió diciéndome que Camila ya no le atendía en el teléfono y no le contestaba los mensajes, y no tenía idea de por qué. Lo cual lo hizo desesperarse, porque se sentía tan solo y desgraciado que quería volver a la ciudad dado que en donde se encontraba, ya no se sentía cómodo.

Lucio me había confesado que se vendía por sexo, así que era un prostituto. Es decir, me mintió al decirme que yo era el primer hombre en su vida, revelándome que en realidad hubo muchísimos antes que yo.

Patricio, según me contó Lucio antes de la bella conversación sobre su prostitución, estaba desvastado. Tenía problemas en su casa y se había peleado con su nueva novia que le había dado un poco de esperanza a su vida. Ahora volvía a ser una persona negativa, malhumorada y triste, del tipo que escucha una canción de amor una y otra vez y por más que intente, no sabe cómo pedir ayuda para salir del mal camino. Esto lo hizo enfrentarse con Juan y dejaron de hablarse, por lo que la situación en su hogar no es mejor.

Camila habló conmigo y me confesó que dejó de contestarle a Hugo porque se puso muy posesivo. La llamaba todas las noches, a cualquier hora, y por esta actitud dejó de atenderlo. Ya no lo toleraba más. Y para colmo de males, Sebastián había regresado a su vida haciéndose el cariñoso.

Sebastián, según me contó Camila, estaba atravesando una difícil situación con su novia. Según él, la muchacha no era buena en la cama y esto lo estaba enfrentando a una crisis existencial, dado a que no quería terminar con ella por todo lo compartido, pero la parte sexual pesaba bastante, dado a que era una satisfacción que el joven no recibía.

Laura, la prima de Karen a quien me encontré en el viaje, me contó que el chico con el que ella pensaba que podría pasar algo, estaba demorándose más de la cuenta en apurar los trámites para finalizar el noviazgo. La hacía ilusionar con indirectas de amor, pero sólo se lo decía por chat, ya que personalmente nunca surgía el tema. Además, ese muchacho era el único motivo que la hacía salir de la aburrida rutina de la Universidad, dado a que se dio cuenta que eligió una carrera que no le hacía feliz, pero no podía abandonarla porque sus padres gastaban mucho esfuerzo en que ella siguiera adelante.

Karen, por otro lado, pese a que siempre estaba alegre, no la estaba pasando del todo bien desde que sus amigos Roberto y Sofía se habían puesto de novios. Es que siempre habían sido los tres y desde ese entonces, el grupo se vio interrumpido por códigos secretos que ella había dejado de compartir. Otra persona más que se sentía sola en el mundo, dado que su mundo hasta entonces equilibrado, se había roto.

Marcelo me contó por chat que la muchacha en quien había decidido creer, resultó tener una vida oculta. Una pareja. Era algo que quería pero que no podía contárselo a Sebastián, dado que siendo su único amigo en donde está, también era la persona que más lo había traicionado.

Iván, que pudo hablar con Lucas, le contó que no estaba rindiendo muchos frutos en la Universidad y que no la estaba pasando muy bien. Si bien, en la ciudad donde vive, su único vínculo con el mundo es el hermano de Eleonora, Javier, tampoco lo podía ver como elemento de soporte, ya que él también tenía su mundo.

Pablo había perdido en su torneo de karate, en el cual puso mucho empeño y esfuerzo, además de salir mal en un par de exámenes de su carrera, donde se había dedicado a estudiar demasiado, al punto que ni siquiera se lo pudo ver en un ámbito social, alegando que su tiempo de estudio, en definitiva, fue tiempo perdido.

Julieta era amenazada de muerte por un desconocido que llamaba a su casa a las cuatro de la mañana. Y no sólo la amenazaban a ella, sino también a su hermano pequeño. Toda la familia estaba alterada y, aunque ella intentaba disimularlo, estaba paranoica hasta con su propio perro.




Así que estos son mis amigos y sus historias. Como verán, algunas son más graves que otras, pero no por eso menos importantes.

Parecía que todo era una gran telenovela que no tenía final. Una tragedia tras otra que no tenía sentido.

Me di cuenta que ninguno vivía... sólo sobrevivían al día a día sin final. A esta pequeña molestia que requiere enfrentarse a la vida. A esto de ser adolescentes, que le dicen.

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