miércoles, 16 de abril de 2008

141. Búsqueda de Información

Si bien Hugo había sido el muchacho con quien había tenido mi primera vez, hace ya cinco años, siendo él unos tres más grande que yo y pese a que la vida me hizo odiarlo por ser un asco de ser humano (aunque increíblemente bueno en la cama), también tengo que admitir que tiene la virtud de tener una menta maquiavélica. Sabe cómo buscar información. Sabe cómo conseguirla. Pero el error de su plan es que cree que los mismos trucos que utilizaba hace años atrás, seguirían sirviendo en la actualidad. Pobre imbécil, cree que todavía sigo teniendo 14 años.

La conversación, como siempre, por chat.

HUGO: ¿Cómo estás, amigo mío?

Punto de duda 1: me habló él.

YO: Bien, bien, ¿y tú?

HUGO: Bien. Estoy hablando con una chica que me encanta. Es de nuestra ciudad también.

¿Y eso me importaba porque...?

YO: ¡Que bien!

HUGO: Lo que pasa es que hace mucho tiempo no me interesaba una chica como me interesa ella. Estoy un poco emocionado. Pero lo malo es que ni siquiera la conozco personalmente, pero siento que la quiero demasiado.

No puedo creer que tengo que someterme a charlar con gente tan poco capacitada mentalmente.

YO: ¿Debería estar sorprendido o preocupado por lo que me estás contando?

HUGO: No. Ella se llama Camila.

Conozco una Camila, quien, dicho sea de paso, Hugo sabe que es amiga mía desde la época del secundario. No faltaba mucha ciencia para ver el previsible final que iba a tener esa conversación.

YO: Bien por ella. Es un lindo nombre.

HUGO: Tú conoces mucha gente. Tal vez puedas averiguarme algo sobre ella. Capaz conoces a alguien que la conoce. Quiero saber si está de novia o algo así.

YO: ¿Y voy por la vida preguntando si alguien conoce a alguna Camila?

HUGO: Su nombre completo es Camila Sandy.

YO: Jajajajajaja.

HUGO: ¿Y la risa es porque...?

YO: Me causó gracia, solamente.

HUGO: ¿La conoces?

YO: Sí, bastante.

HUGO: ¿Es un chiste? Porque si lo es, no me hace ninguna gracia.

YO: A mí sí. Me parece una situación bastante divertida.

HUGO: Que bien que te alegré la vida. Pero ya que estoy hablando de tu amiga, dudo mucho que me digas lo que quiero saber.

YO: Esto no es intencional, pero me alegraste la noche. La semana, bah. ¡El mes!

HUGO: Oliver, somos grandes. No digas nada de lo que te dije, mucho menos a ella.

YO: Como quieras. Voy a dejar que la gente piense que estoy drogado por la estúpida sonrisa que ahora voy a llevar en la cara. Y no hagas como que no sabías que yo la conocía, porque sino no me hubieras tirado todos los datos de entrada. Somos grandes.

HUGO: Sí, sabía que la conocías... Tanto como a mí, según puedo ver. Pero háblame de ella.

No iba a decirle lo que sabía sobre Camila Sandy, sobretodo porque aquella mujer era una excelente amiga. Pero, afortunadamente, nunca me interesó como novia, porque sino sé (y espero que tal vez lo experimente Hugo) que como amante, me hubiera destrozado el corazón.

0 Culpables: