lunes, 31 de marzo de 2008

120. Y Al Término del Mes

Mientras Leo se burlaba de la manera especial que yo tenía de meterme en problemas, saltó nuevamente aquél tema que quedó en el aire. La frase que Lucas utilizó en mi contra "No estás preparado para tener un amigo". Era obvio que el vínculo que teníamos ese chico y yo era bastante inestable. Un día estábamos bien, al día siguiente alguno de los dos estaba ofendido y siempre era una competencia que nunca tenía fin.

- Es obvio que el chico quiere un poco más de compromiso de tu parte, en cuestión de amistad - aclaró Leo, analizando todo el asunto. - Verás, Oliver, tú eres una persona bastante complicada a la hora de entender, por el simple hecho de que siempre dices lo que te pasa, pero hablas con muchos subtítulos. Hay personas capacitadas para entenderte entre líneas y hay otras que simplemente no les gustan ponerse a meditar. No es por nada, pero creo que Lucas no es de esas personas que se sientan al final del día a analizar las palabras y frases que se dijeron.

- Pero es mi forma de expresarme - me defendí, sin saber muy bien por qué estaba siendo juzgado por ser así. - Es mi forma de decir las cosas.

- Y nadie dice que esté mal, pero una persona común interpreta las cosas de una forma distinta - continuó Leo. - Y creo que Lucas es de esas personas. Él no valora tu esfuerzo, porque es sutil, simplemente quiere que sea más grande.

Genial. Es increíble, pero de repente soy una máquina de cometer errores.

Entonces en mi celular aparece una llamada de una persona que no estaba en mis planes ver: Patricio, mi ex cuñado.

- ¿Hola? - atendí, sorprendido.

- Hola, Oliver - saludó Patricio. - Quisiera saber si uno de estos días estarás en tu casa. Hace mucho que no te veo y quisiera saber cómo estás.

- Seguro - respondí. - Un día de estos nos encontramos. Cuando quieras.

Nuevamente, una sorpresa y un giro inesperado. Patricio reapareció en mi vida, así tan tranquilo como se fue, pero ¿por qué ahora? Mi cabeza no tiene paz ni un momento.

Y eso, que hasta el momento, ya ni me acordaba de Juan.

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