jueves, 6 de marzo de 2008

69. Rechazando Sexo

A la noche siguiente de aquella cena aburrida, amistades declaradas, afectos encontrados, escaleras con escalones no bien ajustados que casi hicieron que me rompa la cara contra el piso y confesiones bajo las estrellas, me encontraba disfrutando de la paz y la tranquilidad de una noche común y corriente, después de un día para nada productivo, entre los confines de mi habitación. De hecho, estaba esperando que Lucas decidiera venir a mi hogar para... bueno, no hacer nada.

Nuevamente el MSN logra que yo me comunique con personas del mundo real, o mejor dicho, con personas que me hacen recordar una realidad que tenía que dejar de existir.

Lucio se conectó.

- Quiero estar contigo esta noche - me dijo, simplemente. - Tengo ganas de que tengamos sexo de pie. ¿Qué dices si vienes a verme?

- ¿Por qué no me avisas antes esto? - pregunté, haciéndome el ofendido. - Tengo que salir en estos momentos. Ya he hecho planes.

Si bien lo que le dije a Lucio era totalmente cierto, porque con Lucas yo ya había hecho planes para vernos, por más que no me ofreciera lo que el mejor amigo de mi ex me estaba ofreciendo en ese momento; también era cierto que si realmente tenía ganas de estar con Lucio, podría haberlo cancelado. Lucas lo entendería y ni siquiera le afectaría.

- Últimamente a ti nunca se te puede encontrar - me dijo, creo que en un tono enojado. - Ahora te haces el interesante.

- Lo siento, pero no puedes pretender que yo corra a tus brazos cuando a ti se te ocurre querer estar conmigo - dije, defendiéndome, aunque no tenía razones. - Porque aunque cueste creerlo, mi querido Lucio, yo tengo una vida.

En este momento la situación se puso un poco incómoda. No por la charla que estaba teniendo en el MSN, sino porque en ese momento llegó Lucas junto con Vanesa y yo intentaba que no leyeran como Lucio me agredía en el monitor. Y cada vez que quería cerrar el cuadro del MSN saltaba una ventana, con una nueva agresión, que me impedía hacerlo. Fue un momento incómodo, que después de un par de minutos de luchas por ser más veloz que los insultos, pude lograr irme sin siquiera despedirme de él.

Pero enfrente mío tenía otra situación. ¿Quién rayos era Vanesa? ¿Por qué estaba en mi casa? ¿Y por qué había venido junto con Lucas?

Resulta ser que Vanesa es una amiga de Lucas, que se conocen de su lugar de trabajo. Después de dos horas de conversación con la chica descubrí que tiene grandes pechos, es simpática, tiene grandes pechos, tiene ojos celes, grandes pechos, no es muy inteligente y tiene grandes, muy grandes pechos.

Es más, estoy casi seguro que uno de sus pechos me estaba saludando porque creo que tenían vida propia. Hasta el momento, ni siquiera me acuerdo de la cara.

Así que la situación era bastante deprimente. Había rechazado tener sexo fabuloso con Lucio (con quien luego de estar con él la primera vez, volvimos a hacerlo dos veces más en Enero), por quedarme en casa y recibir a un posible proyecto de romance de la persona por la que creo que comenzaba a sentir algo. A veces presiento que yo mismo me busco mis propios problemas. Metafóricamente hablando, yo mismo me cabo mi propia tumba.

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