martes, 18 de marzo de 2008

96. Guerra Psicológica

Después de dejar los apuntes en la casa de Ana, a quien agradecía que esté apresurada y no tenga mucho tiempo para hablarme, volví a mi casa. Estaba enojado. Me sentía una criatura que había apostado demasiado y perdido mucho más. ¿Por qué siempre tengo que nadar contracorriente? ¿Por qué no escucho cuando los demás hablan? ¿Por qué no puedo aceptar que tal vez el mundo no se equivoque (contrario a lo que La 5ta Estación me quiera hacer creer)?

Entonces tuve un impulso. Un brutal impulso que nació desde ese Oliver que conocí hace unas horas. Un Oliver completamente furioso, lleno de ira y odio. Alguien que me asustó, pero a la vez me gustó conocer. Ese Oliver se apoderó de mí, nuevamente, y se dio cuenta que todavía tenía un par de cosas que decir.

Así que decidí mandarle un e-mail. Un fragmento corto que estaba completamente seguro que lo recibiría. Si no podía verlo desde una PC, seguro lo vería desde su celular. Siempre lo hace.

"Si quieres que sea completamente sincero, lo voy a ser. Y sí, por medio de un e-mail. Lo que realmente me molestó fueron que todos los problemas que tú y yo atravesamos y yo creí que habíamos superado, ¡los tuve a todos en una misma noche! Así que por una maldita vez puedes ponerte en el lugar de otra persona e imaginarte la situación, de yo ir a verte a tu casa, que de repente aparezcan amigos míos y entre todos comencemos a insultarte. ¡Y que yo esté liderando todos los insultos hacia ti! Así que puede sonar dramático para tu pequeño esquema de visión del mundo y puede que todo esto sea culpa mía (porque tú siempre eres el inocente) pero te diré lo siguiente con todo el respeto que te tengo, amigo mío: ¿POR QUÉ NO TE VAS UN POCO A LA RE P... MADRE QUE TE RE MIL P...? ¡PELOT...!"

Y lo mandé. (Aclaración: en el e-mail original no había puntos suspensivos)

Así que luego de lo que fueron dos horas donde me dediqué a estudiar, comer y dormir un poco (por supuesto que no todas esas actividades al mismo tiempo), me sentía un poco mejor con respecto a mi vida. Ya se me había pasado la mayor parte de la ira y hasta tenía intenciones de hablarle (pero como existía la posibilidad de que me mande a mí al mismo lugar donde yo lo mandé, preferí no hacerlo). Hasta que entonces, se conectó.

No tenía intenciones de que me hablara. No tenía intenciones de hablarle tampoco. Así que eso no fue lo que hizo irritarme. Sino su desafío.

Se cambió su nick y se puso "Luk". ¿Por qué es importante? Porque hace unos días atrás le había preguntado si lo podía llamar así, debido a que me gustaba como sonaba y aparte pegaba mucho con su nombre. Me respondió que sí, pero como nunca lo hice, el tema fue olvidado al tiempo. Pero lo puso allí. Estaba ese nick y ni siquiera me habló. ¡Increíble! (Bueno, realmente no sé qué esperaba yo) Pero era totalmente lógico que ese nick fue su desafío a una guerra psicológica.

La ira que se había evaporado, volvió a crecer.

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