lunes, 10 de marzo de 2008

73. El Drama de las 3 Noches (3º Parte)

Por extraño que parezca, al día siguiente me desperté completamente feliz. No sé si por el hecho de la emoción de haber vivido una noche en la ruta, entre ambulancias, policías y tíos accidentados, pero amaba la vida. Fue emocionante, divertido, lleno de adrenalina. Me sentía como en esas películas de asesinos en serie donde el grupo de jóvenes se pierde y de pronto alguien aparece de la nada y comienza a matarlos. Si fuera así, por supuesto, que me hubiera encantado yo ser el único que sobreviva.

Lucas, extraño a la costumbre, me escribe preguntándome si podía venir a verme en plena siesta. Al decirle que sí, creo que cometí un error, porque apareció veinte minutos después junto con Mariano, quien, seguramente en contra de su voluntad, se quedó a pasar la noche en su casa. Lo cuál es mi única teoría del por qué Lucas estaba insoportablemente estúpido desde que llegó a mi casa. Tanto, que cuando se marchó, dos horas después, no me quedaba ninguna pizca de la alegría que tenía antes de recibirlo.

Lucas se quejó absolutamente de todo desde que llegó hasta que se marchó. No entiendo cómo lo conseguía pero parecía estar en esos días en donde no podía decirle nada porque todo le caía mal. En un momento me llegó a exasperar tanto, que mi rostro ya demostraba cinismo por todos lados. Hasta tuve que ponerme unas gafas oscuras para no demostrarle mis miradas asesinas.

De por sí, Lucas ya es una persona negativa. Lo conocí así. Sabía cómo era y no era mi intención pedirle un cambio, pero también vale destacar que hasta ese día su negativismo no interfería con mi débil dejo de positivo. Ahora sí, se había cruzado la línea.

Por supuesto, Lucas jamás se dio por enterado que yo me había enfurecido, por lo que más tarde, cuando yo me encontraba con Ana hablando sobre temas intranscedentes y analizando las posibles materias que deberíamos estudiar para rendir, me llegó un mensaje de su parte, totalmente normal.

"La acabo de ver cruzar. Tiene el cabello negro. Yo le había dicho que se pinte de ese color. Es increíble que ahora lo hizo. Es una zorra."

Por supuesto, hablaba de su ex novia. La mujer que le destrozó el corazón en tantos pedazos que le hizo esa persona tan detestable que es ahora. Sabía lo transcendetal que era ese cruce de encuentro, y más si ella se pintó el cabello del color que él le había aconsejado, por lo cual, mi próximo mensaje fue totalmente condecendiente.

"De acuerdo, después me dices quién es y haremos que parezca un accidente."

¡Error! Nunca mandes un mensaje así a una persona que de por sí es negativa.

"Tómate las cosas con un poco de humor, por más que tu vida no conozca esa palabra."

Se acabó. No vería a Lucas esa noche.

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